Extraña Sensación

del último día de clase, dónde pienso que es una asignatura que ha pasado volando, efímera, fugaz, pero a su vez que he aprendido mucho, pero al mismo tiempo dónde no ha pasado una semana sin que haya trabajado y a su vez la pereza de asistir, pero que rápido que suena la campana, después de una dura jornada universitaria.

Extraña Sensación de mis compañeros haciendo malas y buenísimas exposiciones, cierto, dice el profe, que sabe perfectamente aquel que se ha preparado el trabajo bien con su grupo, o aquellos que han copiado y pegado sus partes individualmente disimulando ser un Todo vacíos de contenido y proyección, aquellos que hemos disfrutando exponiendo, y aquellos que miraban sus hoja y el reloj esperando que terminará su momento de gloria o fracaso.

Compañeros, ya estamos en cuarto y se nota quien ha trabajdo y quién no, quién ha asistido y quien no, quien ha sobrevivido y quien viene a salvar el culo en sus último momento, aún así hay mucho jeta en nuestra carrera y mucho predicador que su improvisación eclipsa a la clase engañando con su poco esfuerzo, la verdad que he conocidos muchos y os admiro por tener tanta improvisación, siempre que no falten al respeto a su grupo.

Extraña Sensación que viniera un super ex-alumno de más de dos décadas y de otro milenio, explicando su curriculum y sus experiencias desde estudiante de sociología hasta hoy; con sus múltiples personalidades laborables y su adaptación y flexibilidad, una sonrisa de afinidad de ver que las cosas no cambian tan deprisa al afirmar "La carrera era demasiado teórica para luego adentrarse a la vida laboral" es lo que pensamos muchos también en Ciencia política, pero había que codificar el mensaje de toda la espesa parrafada de áque lhonorable alumno de la Complutense: hay que adaptarse a los nuevos tiempos, hay que flexibilizarse a tu entorno, no hay que cerrar puertas, hay que ser optimistas, arrisegarse y creer en Nosotros.

Nuevos Sati-Ricos

somos.
-¿Dónde compra?, cuando puedo en el supermercado, pero si me he olvidado algo, o son cosas básicas del día a día (pan, leche, yogures, fiambre, huevos...) en los chinos de al lado de casa, es un pelín más caro, pero la cercanía se agradece.
-¿Utiliza Marcas Blancas?, no, yo prefiero la calidad ante todo, hay mucha diferencia, ¿verdad?.
-¿Ocio?, lo que puedo, algún cine, pero de vez en cuando me doy algún homenaje y si no he podido cocinar, de menú algo barato o pido comida por teléfono, los fines de semana, es que estamos cansados.
-¿Copas?, qué va es carísimo, yo de cañas y tapas con las amigas los viernes y algún domingo a la Latina.
-¿Rebajas?, sí la verdad las he aprovechado pero bien, es que con esto de la crisis estaba todo tirado de precio.
-¿Práctica algún deporte?, me he apuntado a un gimnasio, año nuevo ya sabes, no me vendría mal ir un poco más para rentabilizarlo.
-¿Factura de móvil?, unos 45 euros de media, aunque esto de que tenga Internet mi nuevo teléfono, me he excedido un poquito, pero hasta que lo controle.
-¿Internet en casa?, por supuesto, ¿por quien me has tomado?.
-¿Tele por cable?, si es que es una basura la normal, así vemos series y pelis sin anuncios y cosas entretenidas.
-¿Pantalla plana?, ahora hemos visto una en Media Mark que creo que la compraremos a principios de mes.
-¿Portátil o sobremesa?, ambos, es que no sabes que cómodo es para cuando nos vamos de vacaciones.
-¿Seguro privado?, sí claro, es necesario.
-¿Alquiler o Compra?, la casa es de mi banco, hipotecada estoy, gracias.
-¿Vehículo propio?, no sé que haría sin mi coche, el metro me agobia.
-¿Mi nómina?, es bastante generosa, aunque a veces no llego a fin de mes.
-¿Targeta de crédito?, me la enviaron a casa, apenas la uso, pero acabo de pedir otra porque se me había rayado.
-¿Cuesta de enero?, yo no la he notado, todos los meses son iguales.¿Ahorras?, no se puede maja, a veces lo pienso, pero no me doy cuenta y ya no tengo nada, vivo al momento, al euro mejor dicho, la vida está muy cara.
-¿Has notado la crisis?, ya ves, que desastre, con lo de Haití se me había olvidado, pero entre nosotras, creo que van a salir todos los países menos nosotros, lo intento, de verdad, pero no soy optimista.

Caminar a pasos Agigantados

o cortitos y muy rápidos.

Bajar las escaleras mecánicas por la derecha.

Al llegar al andén te colocas, anticipándote, justo delante de donde se va a abrir.

Dentro del metro, si no lo has hecho ya, te colocas enfrente de la puerta que en tu destino está más cercana a la salida.

En el autobus anotas en la agenda todos los trabajos que te faltan por entregar.

En la mochila llevas un sadwitch por si no puedes pasar por la cafetería y una botella de agua para no ir a al fuente.

El cargador del movil junto al cepillo y la pasta de dientes, porque no puedes ir a comer a casa.

Ya en tu calle, sacas las llaves antes de llegar al portal y te empiezas a quitar el abrigo.

Mientras te haces la cena, te estás preparando el taper con la comida del día siguiente.

Destiendes justo después de haber puesto la lavadora, colores y blancos juntos con agua fría, sabes que queda peor, pero es mejor que poner dos a semi-carga.

Cuando te duchas estás haciendo mentalmente la lista de la compra.

Cuando duermes, no descansas porque se te olvidó desconectar el automático.

Economizar el tiempo desde que nos levantamos hasta que nos dormimos, ese es el objetivo de los que estamos sumerjidos en madrid, que aunque no hayamos nacido aquí, nos han envenenado con un sistema circulatorio parecido a las imagenes de las grandes industrias, cuándo están poniendo las etiquetas a las botellas de leche de cristal.

Qué bonito

es el stres post-navideño! Volver a las clases, a la rutina, a la caótica capital, el metro, acelerar los pasos, las neveras vacías, las plantitas de casa mustias por haber estado dos semanas fuera con nuestras famílias, reponiendo las pilas afectivas para enfrentarse a Todo.

Cómo una Montaña Rusa, se manifestaban las emociones y nervios de la representación del guión que llevamos trabajando desde principio de curso y ahora que ya lo hemos pasado y con muy buena nota, es cómico recordar cómo hemos reaccionado estás últimas reuniones en la sala de ordenadores, en el comedor de la facult, las mini-charlas por los pasillos entre clase y clase, los eternos cafés y el recorrido del bus A.

Patri y Marta no paran de hablar de imaginar infinitas situaciones divertidas para la exposición: podemos disfrazarnos, traer a un chico que haga capoeira, ¡yo traigo una bandera! ¿por qué no hacemos la introducción en portugués?, no mejor las presentaciones, hacemos dibujos en la pizarra, podemos aprender samba... Ikuska, con la serenidad que le caracteriza, nos mira alucinada pero sonriente, Sami, tan paciente y con su voz de yogui, tranquilo se une a nosotras diciendo que porque no hacemos la presentación en Bikini y Patri y yo seguimos riendo a carcajadas, cada vez más fuertes que nos delatan el nerviosismo, medio pánico de tener que exponer en la clase delante de todos nuestros compañeros. Agata siempre silenciosa, nada le sorprende de nosotros, seguro que piensa, vaya grupo me ha tocado (en polaco y para sí misma, claro).

Hemos sido intermitentes en proponer locuras, en motivarnos los unos a los otros, pero siempre empezaba uno de nosotros y los demás por arte de magia se iban sumando.

Elegimos bien el tema, Brasil, donde su optimismo y buen humor nos ha acompañado en todas nuestras quedadas y casualidad o no, estoy orgullosa de haber estado en este grupo y de habernos conocido.

Mis agradecimientos: a ti Agata, por tu rectitud, responsabilidad y siempre tan puntual con tus entregas. A Ikuska, por habernos introducido en las nuevas tecnologías, por tu templanza y tu saber estar en todo momento sin que el pánico se apodere de ti. A Sami, por asumir el reto de estar trabajando sólo ante el peligro conviviendo con cuatro mujeres, seguras de si mismas, que no tienen miedo a decir todo, todo, todo lo que les pasa por a cabeza y unirte a nosotras como una más en las infinitas y espontáneas lluvias eufóricas de ideas y por último a Patri, siempre es un placer trabajar contigo, en las aulas, an las cafeterías o en el campo de rugby.

Amigos, siempre nos quedará Brasil, o hasta que reunamos el dinero, ¿unas caipiriñas en Malasaña?